Como muchos ya sabréis y si no es así, lo cuento ahora por aquí. Este año Flanes y Fresones cumplió treinta años... Sí, lo que lees.
Parece mentira que en estos tiempos que corren tan complicados para el comercio físico sigamos cumpliendo años.
Nuestra historia empezó en 1992, Flanes y Fresones nació de la mano de mi madre hace treinta años. Un negocio familiar de corsetería, una tienda de toda la vida, adaptada a los cambios experimentados en el mundo de la Industria textil en estos últimos años y todo gracias a la pasión por el sector de la moda.
Desde jovencita he estado muy vinculada a todo este mundillo, era una apasionada de todas las revistas de tendencia en moda. Me gusta recordar que, cuando era una niña, una tarde mi madre estaba reunida con un comercial y vi un conjunto que me encantó. Insistí tanto hasta que aceptó comprarlo. Fue el modelo más vendido aquella temporada. Después de aquello, al finalizar mi estudios en diseño ya no me desvinculé jamás de este sector. Su pasión pasó a ser mi pasión.
A día de hoy sigo con su misma filosofía, saber leer el cuerpo de cada mujer y encontrar la talla perfecta según la forma y estilo de cada una, buscar la lencería y trajes de baño que mejor sientan y adaptándonos a todas las edades. Buscamos que nuestra clienta se sienta cómoda con su talla y con su edad. Nuestro objetivo es que estés feliz porque te sientes bien. Que seas tu mejor versión.
Pero no todo es mérito nuestro, aquí tienen un peso muy importante nuestros clientes y clientas. Son tantas personas que se han ido cruzando en nuestro camino y que gracias a ellas seguimos aquí... Que no hay agradecimiento suficiente para mostraros lo felices que estamos de que forméis parte de nuestra historia.
Os doy las gracias pero sobretodo quiero ser con todos vosotros agradecida porque hay una gran diferencia entre dar las gracias y mostrar agradecimiento, dar las gracias es una expresión pero el agradecimiento va mucho más allá, es valorar y apreciar lo que la persona nos ha dado.
Como deseo para este año, pido poder seguir disfrutando de mi trabajo treinta años más, quizás no tantos, prefiero jubilarme un poquito antes. Pero si, que sigáis formando parte de mi historia.
Así que, me despido del 2022 tremendamente agradecida y deseo con todo mi corazón que seáis muy felices en este año 2023 y el resto de vuestros días.
