Lencería color rojo para fin de año
Es probable que a estas alturas ya hayas escogido una lencería roja monísima para estrenar en Nochevieja, pero si no es así te animo a hacerlo. Ya sé que puede parecer, como comer las doce uvas, poner el árbol o inundar la casa de regalos, otra tradición de la Navidad más convencional, pero para alguien al que le apasiona la ropa interior, cualquier excusa es buena para regalar y estrenar algo sexy, y aunque no te traiga suerte para mejorar la salud de tu bolsillo, sí que te ayudará a estrenar tu cuenta anual de orgasmos… o no, que alguien más tendrá que poner de su parte.
Aunque el origen de esta tradición no ha sido confirmado, cuenta la leyenda que debemos remontarnos a la Edad Media para encontrar algo de luz sobre esta cuestión. Por aquel entonces, casi todo estaba prohibido y muy especialmente si era susceptible de proporcionar una pizca diversión o placer. Para colmo, el color rojo estaba asociado al demonio, la sangre y la brujería, por lo que era considerado un color tabú hasta el extremo de que se hizo una efectiva una prohibición (algún político actual se sentiría orgulloso de aquellas leyes) para plantar, cultivar y consumir alimentos de tonalidad roja, como los pimientos, los tomates o las cerezas, y por supuesto llevar una prenda de este diabólico color era algo inconcebible para las mentes de la época.
Aunque también se desconoce el motivo (mi teoría es que alguien pasó una buena noche jugando con unas velas rojas o compartiendo mordiscos a unas fresas y lo difundió en las redes sociales de la época), con el paso del tiempo varió la percepción del color rojo, hasta llegar al siglo XX en la que adquirió un simbolismo completamente diferente, al estar relacionado con la vida, la suerte y el deseo, y si no que nos lo pregunten a los que disfrutamos de la visión de la braguita roja de Kelly Lebrock en “La mujer de rojo”, película de culto de los años 80.
Así que este fin de año, ¿Cuál será tu elección? ¿Bragas o braguitas roja? Ya sabes que aunque sea lo mismo, no lo es, es distinto. Y sobre todo no te preocupes sino tienes un bronceado perfecto, un tono de piel pálido puede resultar igual de sensual, ya que es muy difícil no sentirse atraído por la pasión y el poder que desprende un intenso color rojo sobre el cuerpo de una mujer. Un tanguita fino con encaje, de los que quedan reducidos a la mínima expresión (si, aunque sea por una noche sé fuerte y acepta tener la tira del tangatoda la noche metida entre las nalgas) y unas medias negras a la altura de los muslos, puede resultar una combinación demoledora. Y si eres de la que no puede esperar a que se estrene la segunda entrega cinematográfica de la saga “50 Sombras de Grey” (será el próximo San Valentín), añade un liguero y saca a relucir tu lado más atrevido y salvaje, haciendo que Anastasia parezca una mojigata.
Texto de mi fiel seguidor J.M