EL SUJETADOR CORRECTO PARA LUCIR UN VESTIDO
Muchas veces no le damos la importancia que merece a esta pequeña y aparentemente insignificante prenda de vestir.
El primer sujetador fue patentado por Phelp Jacob en 1914 cuando se compró un vestido para una fiesta y se dio cuenta de que el corsé no quedaba bien tuvo que recurrir a unas cintas para sujetar el pecho. La idea encajo tanto en su entorno, que decidió patentarla y abrir una tienda de sujetadores. Años más tarde Warner Brothers Corstes compró la patente y hasta hoy que han salido mil formas y colores.
El sujetador correcto puede realzar tu look o todo lo contrario si no llevas el adecuado.
Para ello es importante llevar la talla que te corresponde (Cómo saber la talla de sujetador). Conocer tu tipología y saber qué forma es más adecuada para ti. Y por último pero no menos importante mantener el sujetador en bien estado, no vale eso de llevar sujetadores viejos que no tiramos porque es el más cómodo que tienes. (Cómo mantener la lencería en buen estado)
Si tienes talla grande de pecho y tienes que llevar un escote pico, opta por un sujetador con mucho escote en la zona central y reforzado de los laterales, los tirantes son más bonitos si son estrechos pero si tienes una copa D o E mejor que sea un poco más ancho, lucirás un escote más bonito.
Para camisetas escotadas y muy entradas de espalda, escoge un “bralette” como el de la foto, si se tiene que ver algo que sea un encaje bonito, pero no esperes que este tipo de sujetador te haga una forma perfecta de pecho a no ser que tengas un tamaño pequeñito.
Podemos encontrar sujetadores sin aro para las que somos más comodonas o para las que se sienten molestas notando un aro bordeando el busto todo el día.
Incluso en la actualidad existen sujetadores para lucir de exterior como si fuera un top corto de encaje. Ahora más que nunca lo interior sale a la calle. Ya no hay excusas, ya no vale decir que no hay sujetadores para todas, es fácil encontrar para todas las tallas y de diferentes formas.